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¿Te confieso? Conocí a la señorita inseguridad que se apoya en tus palabras para salir adelante. Es solo que acabo de pasar por la casa de la vecina, dijo que le gustó vernos a las 4.30am afuera de su casa descubriéndonos. El árbol que estaba de testigo la primera vez me declaró que nos extraña en demasía. Hay un rabo de nube que quedó en un sexto piso que aún nos espera para continuar elevándonos. Un ascensor quedó con las ganas de recibir uno de tus abrazos para bajar a tierra. A medianoche sentí un beso sonoro que se perdió desde mi teléfono hasta tu oido. Todavia existe un rincón sin luz en el segundo piso de la Universidad que quedó con un cabezazo como huella de tus caricias. Además un pajarito me llamó desde la copa del árbol que nos espera en la misma banca para mirarnos y volarse de envidia. Y andan un par de carabineros dando vueltas preguntándose desde y para quien es este escrito. También hay unos cuantos vecinos que observan todo lo que regaloneamos en el jardín ajeno. Además mi bolsillo esconde un coyak esperando ser la excusa perfecta para ser un beso. Y hay un secreto que se esconde bajo un abrazo para tu hipotermia y mi nerviosismo. Pero sobre todo: Hay una mala persona que solo quiere ser tu luz, pero tiene demasiado miedo... Tanto! =*